Para empezar, se tiene que establecer una definición acerca del cero neto, la cual se puede interpretar como, la neutralización de aquellos gases de efecto invernadero que invaden la atmosfera de la tierra y, que de una u otra manera, mal logran la capa que recubre al planeta y a los seres humanos; por ende, se debe estudiar todas sus interacciones con el ambiente y sobre todo, regular a la empresas que generan este tipo de gases y a los consumidores de las ya mencionada y empezar a concientizar.

 

En la naturaleza y la industria, hay diferentes tipos de gases de efecto invernadero o también llamados por sus siglas GEI, los cuales son muy distintos estructuralmente, pero iguales en cuanto a lo que tiene que ver con el daño atmosférico. Por un lado, está el más conocido hoy en día que es el dióxido de carbono (CO2), el cual es el que más presencia tiene dentro del ámbito del cambio climático en la tierra, sucedido del gas metano, el oxido nitroso y otros gases fluorados perjudiciales, pero, que se encuentran en menor medida en la capa de ozono de la tierra.

 

Empresas multinacionales con alta huella de carbono en el mundo, han tomado iniciativas de “descarbonización” ideales para combatir el cambio climático y luchar por un índice de temperatura que no sobrepase los 1.5 grados, de esta manera, se incentiva a otras más de 200 asociaciones a seguir el camino ideal para poder tener un futuro prospecto dentro de la tierra. Repsol, una de las compañías de combustible más grande del mundo, encabeza la lista de organizaciones dirigidas hacia un cambio.

 

En el estudio para bajar el numero de GEI dentro de la atmosfera, se han implementado acciones que buscan regular y contribuir a generar soluciones eficientes y a su vez sostenibles, tales como tener más en cuenta la energía eléctrica y/o natural, así, de esta manera, se renovaría la idea de consumir carbono dentro del ámbito vehicular, industrial, etc. También, se buscaría reglamentar aquellas acciones que atenten contra el medio ambiente, denominándolas impuesto o multa a aplicar a aquella entidad que no regule su impacto de huella de carbono en el mundo.

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Conclusiones:

Se necesita implementar ideas de renovación tanto para las empresas grandes consumidoras de carbono como para la gente del común que maneja un auto a base de gasolina; el cambio empieza desde las pequeñas acciones y fomentando el uso consciente y responsabilizado de artefactos, maquinaria y toda aquella infraestructura que es movida a base de gas carbónico y sus derivados.

 

Es difícil no solamente para las empresas que su fuente principal de alimentación son el uso de combustibles fósiles, sino también para la gente del común como podría llegar a ser comprar un auto eléctrico, en los 2 ámbitos, el impacto económico es muy grande y si no se regulariza el precio de la energía eléctrica y demás componentes que vayan con esta, difícilmente se podría llegar a dar con el cambio ya que no sería lo mas accesible, se necesita tomar acciones de ambas partes lo más rápido posible antes de llegar a un punto de no retorno, el cual a día de hoy, no está muy lejos.

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